Entre los días 16 y 17 de diciembre, Filipinas ha sido azotada por el Tifón Rai dejando a su paso centenares de muertos y destrozando el país. Con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, el tifón cruzó de este a oeste con un balance provisional de 350 muertos y al menos 500 personas heridas. El ciclón ha causado importantes daños en viviendas e infraestructuras. Los servicios de emergencia del país aún enfrentan dificultades para llevar ayudas a los cientos de miles de damnificados que ha dejado Rai.
Las Escolapias de Filipinas solicitan ayuda urgente para afrontar este momento y poder comenzar la reconstrucción de los colegios e infraestructuras necesarias para llevar a cabo su misión y ayudar a las familias